miércoles, 12 de enero de 2011


  
Hay dos personajes de la vida pública nacional que supuestamente desde la oposición, promueven decisiones que favorecen, de una manera clara, las pretensiones de imponer un régimen marxista en Venezuela.

Uno de ellos en Herman Escarra, el cual con su propuesta abstencionista, y presumiendo de más macho que todo el mundo, estuvo a punto de facilitarle a Chávez, imponer su reforma comunistoide, el  2D. No lo logro de milagro, --Dios que es grande- Y pocos meses después, lanzo su candidatura al proceso electoral inmediato, todo con el mayor cinismo y cara durismo. Vive acusando a Chávez de violación continuada de la constitución, él que fue uno de los principales promotores de esta constitución, presidencialista, estatista.
La otra joya es Agustín Blanco Muños, marxista leninista convicto y confeso y últimamente carlosandresista. Este destacadísimo intelectual del socialismo marxista venezolano, presenta como uno de los mayores logros de la oposición, el haber entregado totalmente, la Asamblea Nacional, en las antes pasadas elecciones parlamentarias, con la entupidísima llamada a abstención.
Llama a una organización totalmente horizontal, que no explica nunca, y que los demás están obligados a desarrollar, porque su genio no esta para esas niñedades. Presenta el crecimiento económico de China, como una perversión capitalista,  añorando las hambrunas de la época socialista, en la cual todos los medios de producción estaban en manos de la clase política.
Pretende que las entreguemos sin pelear, el triunfo electoral. Suenan a fichas tarifadas, del chavismo.

Hay que enfrentar en la calle y donde sea necesario, el castro chavismo, que nos amenaza, sin perder nunca de vista las elecciones del 2012.

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